Prioritario para la agroindustria azucarera cumplir con sus exportaciones a EU
ESCRITO POR RODOLFO VALADEZ EL . POSTEADO EN CONEXIÓN CON EL CAMPO
A unos días de haber entrado en vigor el T-MEC y que concluya la zafra en México correspondiente al ciclo 2019-2020 estimada en 5.290 millones, las exportaciones mexicanas de azúcar en el periodo de enero a junio 2020, suman 1’147,240 toneladas, equivalentes al 65% del avance programado y del estimado de 1’645,083 toneladas totales.
Por Rodolfo Valadez
Julio 6, 2020. La agroindustria de la caña de azúcar enfrenta retos que deberá superar ahora con el T-MEC en vigor. Uno de ellos es cumplir con lo establecido en los Acuerdos de Suspensión que determinó el gobierno de Estados Unidos a las exportaciones de azúcar mexicana.
De acuerdo con la Unión Nacional de Cañeros de la CNPR que encabeza Carlos Blackaller Ayala, al 27 de junio pasado, la producción de azúcar llegó a 5’265,487 toneladas, pero la cifra está abajo por 1’160,432 toneladas del ciclo 2018/2019, lo que equivale a -18.06%. En tanto la caña molida alcanzó 49’159,749 toneladas, es decir 7’876,951 toneladas menos en comparación al ciclo previo.
El ritmo que llevan las exportaciones, sobre todo las que van hacia el mercado estadounidense, es relevante una vez que entró en operación el T-MEC el 1 de julio pasado, y tomando en cuenta los Acuerdos de Suspensión que impuso Estados Unidos a México para la importación de azúcar que permitirán que México exporte hasta 1’421,901 de toneladas.
Y es que hay que recordar que el 30 de abril pasado, el Departamento de Comercio de Estados Unidos, publicó en su Federal Register la ampliación por 5 años y aunque la secretaria de Economía, Graciela Márquez, celebró con “bombo y platillo” la publicación norteamericana, vale la pena apuntar que esta negociación es fruto de las gestiones emprendidas por el entonces secretario Ildefonso Guajardo y le tocó el festejo a la 4T.
Otro inconveniente que se observa en ámbito azucarero es que no obstante de que los Acuerdos de Suspensión están por escrito, no se olvidan las posiciones proteccionistas que siempre ha mostrado el gobierno norteamericano y que han tenido en jaque en más de una ocasión las negociaciones comerciales de ambos países. Por ello los protagonistas del sector azucarero: industriales, cañeros y obreros, mantienen su preocupación en virtud de que finalmente, los Acuerdos son una medida unilateral a la que México tiene que ajustarse.
Por cierto que el propósito de los Acuerdos de Suspensión es evitar la imposición de las cuotas compensatorias al azúcar de México que se determinaron en las investigaciones que realizaran las autoridades norteamericanas por el “supuesto” dumping de las exportaciones mexicanas.
Para observar el estatus de las operaciones el Comité Nacional Sustentable para el Desarrollo de la Caña de Azúcar (CONADESUCA) que encabeza Luis Ramiro García Chávez, en su reporte del 28 de junio, dio a conocer que las exportaciones a Estados Unidos y Puerto Rico suman 891,808 toneladas; las correspondientes a Estados Unidos mediante la prórroga del 1 al 15 de octubre de ciclo 2019-2020, totalizan 11 toneladas; mientras que las destinadas al Programa de Re-exportación alcanzaron las 4,005 toneladas; resto del mundo 30,677; e IMMEX con 220,739 toneladas del endulzante.
Consumo de azúcar impuestos y NOM de etiquetado
En el panorama azucarero se vislumbra otro reto: saber qué pasará con el consumo de azúcar y que ha sido satanizado. En este tema, el gobierno y la cadena de la agroindustria azucarera no se han podido poner de acuerdo, ya que mientras el primero señala al azúcar como uno de los grandes culpables de la diabetes en la población mexicana, los segundos han buscado por todos los medios y estudios contrarrestar dichas aseveraciones. Vale la pena comentar que el consumo per capita de azúcar en México es de 31.22 kg anuales, mientras que en Estados Unidos se ubica en 31.90 kg. En realidad es muy similar. Desde la óptica de la 4T el asunto de bajar el consumo del endulzante podría resolverse aplicando un nuevo ajuste al alza al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) derivado del consumo del refresco, aunque la experiencia muestras que el impuesto aplicado a las bebidas carbonatadas no ha inhibido su consumo y sólo ha sido recaudatorio.
Además la cruzada contra el consumo de azúcar en México también estará en la aplicación de la Norma Oficial Mexicana NOM-051-SCFI/SSA1-2010 que se refiere a las especificaciones generales de etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados con información comercial y sanitaria, que entre otras medidas busca que el consumidor esté enterado del total de calorías y azúcares que consumirá en sus alimentos y bebidas.
¡Así el panorama en el campo mexicano!
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